domingo, 20 de julio de 2008

Nuestra Mamá



Que difícil se hace cuando queremos describir a alguien tan cercano a nosotros, imagínense, hasta la vida nos dio, y poner de acuerdo a 8 hermanos, realmente quedamos 6 vivos, claro los que nos dejaron, tienen descendientes que también son familia de mi familia, es decir, algo tienen en común con Cecilia.
Lo primero es que no había nada que realmente la pusiera de pésimo humor que la llamaran Carmen, !pueden creer eso!!, si, todo el que la conoció o fue familia de ella sabe esto, era cómico verle la cara cuando la ingresaban a una clínica y preguntaban, "nombre de la paciente", y contestaban, cualquiera menos ella, Carmen Cecilia Puerta, si escuchaba el Carmen, ustedes saben que sus oídos tenían poca recepción, otro punto que también es discutible, ponía su mejor cara de brava, en la frente no cabía una arruga más, y conste que no tenía, para su edad, se mantenía coqueta y lúcida, Ese es otro misterio que no se si algún día logremos entender. Ella era amiga de los misterios, le gustaba que todo en su entorno girara en su eje, y que nada saliera de su ondulación, para mantener el control.
Sé que ella pasó muchas vicisitudes en su vida, con grandes recompensas al final de sus días, y después de los 40 años, ya con todos sus descendientes criados, pudo viajar por estos mundos de Dios, y contaba, con gran placer, las cosas diferentes que veía en otros países, siempre comparando y preguntando ¿Porqué acá no?, férrea detractora de los Adecos y Caraquitas, no sabemos la razón, súper amantísima madre de sus hijos varones, quienes le respondieron con un amor jamás visto en otras familias, al menos yo.
Julio, el esposo de Sonia, siempre le sacaba chistes, malos por supuesto, "mamá usted vino a comprar piedras a Puerto Rico, esas maletas están pesadísimas", jaja, este otro, "en la visita de mamá echó tanta varilla que terminé una cerca que me faltaba", claro ella no se quedaba atrás, "Julio hace visitas rompe sillas", ó "No puede estar sin una copa de vino en la mano".
A mi hermana Sol, a quien le haré un capítulo especial, caramba, que paciencia, si estaba el día nublado o lloviendo y no podía bajar a llamarla, empezaba, "Sol ahora es de azúcar", "parece casabe", y unas cuantas más. Realmente es ADMIRABLE, no dejó de llamarla por teléfono un día, claro solo con las excepciones que mencioné antes, y la visitaba sin falta los sábados.
Ellas eran PANAS, se querían mucho, y cuando la necesitaba, corría a su lado con prisa de hija devota y querendona, que linda es mi hermana Sol, pero ya hablaré de ella.
Una cualidad, buena o mala, es cuestión de gustos, de Cecilia, era colocar sobrenombres, para todo encontraba uno, y se hacía, a susurros, el nombre oficial entre nosotros; algunos famosos, sin nombrar quienes son: CAJITA DE MÚSICA, EL BASTÓN, EL FANTASMA, y muchos, muchos más, los iré publicando, según recuerde, saben es que cada apodo puesto por ella, tiene una historia, por lo cual, debo contar la historia para que se entienda el chiste.
Algo que heredamos todos sus hijos, los bien llamados HERMANITOS PUERTA, es el gusto y disfrute por la comida, ella era la LAMBUCIA, mayor, y todos nosotros no nos quedamos atrás, siempre reconozco que nosotros no tomamos muchas bebidas espirituosas, pero como comemos, piénsenlo bien antes de invitarnos.
Recuerdo que cuando le dio al ACV, andábamos todos detrás de ella, y nada que quería comer, se le preparaba, lo que asumíamos le podía gustar y otra vez el rechazo, hasta las empanadas bien grasosa que le encantaban, y buscando alternativas, Yadira le llevó unas galletas especiales para diabéticos, que igualmente no comió, con los días fue mejorando y se comió la famosa galleta y su comentario fue:“CARAMBA DEBÍ ESTAR MUY MAL, ESTAS GALLETAS ESTAN MUY BUENAS”, y así era ella, a ratos contenta y a ratos peleando, claro ese era su estado natural y la mantenía con ganas de vivir.